Y ahora qué?

Llega un momento que después de tantos golpes una se acostumbra. Siempre espera lo peor de algo, mejor dicho, siempre tiene presente que es probable que las cosas no salgan como quiere que salgan.

No es pesimismo, es costumbre, y la verdad no sé que es peor.

Por eso es raro que esta vez las cartas no me dieran la razón... ¿esta vez va a estar todo bien?. Tengo miedo. Miedo a que?, a ser feliz?, no lo sé. Sólo siento que el miedo esta y no permite que me ponga lo feliz que debería ponerme.

Ahora que hago?

Esto como sigue?

Me compro una silla y espero?

La ansiedad me carcome la cabeza, los nervios se apoderan de mi estómago y ahora mis ojos no son capaces de sostener la mirada, río compulsivamente y me invade una estupidez que debería ser medicada.

Si me preguntan como estoy, instantáneamente escucharán un FELIZ. 

Eso sí, no profundizemos porque lo opaco...