Todos tenemos grandes heridas... grandes y sangrantes heridas y aunque no lo creas son las menos peligrosas. Precisamente por eso, porque son visibles, porque duelen tanto que sabes que hay que hacer algo, ahora, ya, rápido, sin demora, o quien sabe a que circunstancias mayores se puede llegar.
Las ignoras porque son pequeñas, porque te permiten vivir. Y con el tiempo nos acostumbramos, convivimos con ellas, no le prestamos demaciada atención… pero siguen siendo heridas.
Si, siguen siendo igual de pequeñas, igual de insignificantes a simple vista, pero duelen como si fueran enorme, porque a fuerza de no mirar, de dejarlo para otro día, de quitarle importancia, día tras día pierdes la capacidad de mirarte por dentro, de reconocerlas, y resulta que como el iceberg solo veías la parte que flota...y donde pensabas que había una o dos…
2 Comentarios, dejame el tuyo!:
HE LEIDO TU POST PERO EN VERDAD HOY ESTOY ACA PARA QUE PASES POR MI BLOG Y COMENTES NO IMPORTA LO QUE PIENSES NI DE QUE LADO ESTES MI BLOG ES DEMOCRATICO , PERO SI QUISIERA SABER QUE OPINAS DE LO QUE PASA EN MI PAIS .
PASATE ES MUY IMPORTANTE PARA MI SABER QUE OPINAS .
VUELVO A REPETIR TODAS LAS OPINIONES SERAN PUBLICADAS Y VALORADAS
EL TEMA ES EL CAMPO Y LA REPRESION DE GENDARMERIA NACIONAL.
YERMANDELUXE HOY MOLESTANDO PARA RECOJER OPINIONES.
UN ABRAZO YERMANDELUXE
GRACIAS POR EL ESPACIO
Dejáme que te hable de otra cosa relacionada con las heridas… son las cicatrices, las de las grandes heridas y las de las pequeñas.
Crees que ya no existen, crees que las cicatrices son la prueba de que la herida está curada, pero sabes que? las heridas del alma si se curan de verdad no dejan cicatriz.
En cambio las cicatrices del alma son de esas que duelen permanentemente, a veces, aparentemente sin razón, duelen… duelen… duelen.
Dejame hablarte de mis cicatrices del alma. No son muchas, es cierto, pero están ahí, agazapadas, feas (las cicatrices que no desaparecen son feas, retorcidas, bulbosas), por eso no quiero pensar en ellas, se que son cicatrices… ¿para que recordarlas. Pero a veces, de manera inesperada (aunque no injustificada), la cicatriz me recuerda que está ahí, me recuerda la antigua herida y, a veces, (no siempre pero si algunas veces), alguna cicatriz estalla, supura e incluso sangra trayéndome a la memoria todo el dolor, toda la angustia que causaron la herida.
Y ¿sabés cómo sé que es una cicatriz? porque a diferencia de las heridas, de esas pequeñas heridas de las que vos hablas, las cicatrices del alma son como las del cuerpo, se abren por casualidad, a veces incluso jugando, a veces a causa de la risa… mis cicatrices del alma supuran a veces cuando me rio en ciertos sitios, cuando como en otros, cuando leo poesía, cuando me abrazan… algunas cicatrices lo que hacen es amargarme los buenos momentos...
Hermanita, cuidate de las cicatrices que duran… porque que una herida, por pequeña que sea, duela con el agua salada es comprensible… incluso que sepas que ojear el album de fotos va a hacerte daño es síntoma de que la herida aún existe, la cicatriz es traicionera porque te duele cuando ya estás en la página del album que no deberías haber abierto... y sabes de que te hablo ;)
Es un placer leerte pendeja, me llenas de orgullo y me pones la piel de gallina (Si, si, aguante River, obvio jaja)
Te quiero tanto!
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